7 formas de estimular el gateo de forma divertida, segura y correcta
- MamitaAmigaMujer

- Nov 12
- 4 min read

El gateo es uno de los hitos más emocionantes del desarrollo infantil. Marca el momento en que tu bebé empieza a explorar el mundo con más autonomía, fortaleciendo no solo sus músculos, sino también su cerebro y su confianza.
Es normal que, como mamá o papá, te preguntes: ¿cómo puedo ayudar a mi bebé a gatear? ¿Qué pasa si no muestra interés todavía? La buena noticia es que el gateo no necesita presiones, sino acompañamiento, paciencia y actividades sencillas que lo motiven de manera natural.
Hoy quiero compartir contigo 7 claves prácticas para estimular el gateo, basadas en evidencia científica y adaptadas a la vida real, para que tu bebé disfrute este proceso mientras aprende y se fortalece.
¿Por qué es tan importante el gateo?
El gateo no es solo un “paso previo a caminar”. En realidad, es una etapa fundamental en el desarrollo neuromotor del bebé.
✔️ Fortalece músculos del cuello, brazos, piernas y espalda, preparando el cuerpo para caminar.
✔️ Desarrolla coordinación bilateral, ya que implica mover brazos y piernas opuestos en conjunto.
✔️ Estimula la visión binocular al enfocar objetos a diferentes distancias.
✔️ Favorece la integración de los hemisferios cerebrales, clave para el aprendizaje futuro, la lectura y la escritura.
La Academia Americana de Pediatría (AAP) indica que la mayoría de los bebés comienzan a gatear entre los 7 y 10 meses de edad (AAP). Sin embargo, cada bebé tiene su propio ritmo.
👉 Dato interesante: un estudio publicado en Infant Behavior and Development mostró que los bebés que gatean tienden a tener mejor percepción espacial y habilidades motoras más refinadas a largo plazo (NIH).
7 actividades prácticas para estimular el gateo
1. Tiempo boca abajo desde recién nacido (tummy time)
El tummy time fortalece cuello, espalda y brazos, preparando la musculatura que tu bebé necesita para gatear.
Tip: Cuando es un recién nacido, comienza con pocos minutos varias veces al día y aumenta gradualmente a medida que crece, hasta alcanzar los 60 minutos acumulados al día.
2. Coloca objetos llamativos a corta distancia
Un juguete colorido, un sonajero o incluso tu rostro pueden ser la motivación perfecta para que tu bebé intente avanzar.
Tip: cambia de lugar los juguetes cada pocos minutos para mantener su atención.
Ejemplo práctico: pon un juguete a 30 cm y anímalo con tu voz para que se acerque. Si tu bebé intenta alcanzarlo, pero no logra avanzar, acércale el juguete un poco para que experimente éxito y se anime a seguir intentándolo.
3. Crea túneles o circuitos seguros
Los bebés aman los retos. Un túnel de tela o un circuito de cojines los anima a moverse y explorar.
Tip: usa almohadas bajas y mantas suaves para que practique sin riesgo. Asegúrate de que el espacio sea amplio, con buena ventilación y sin objetos pequeños en el camino.
Beneficios: el túnel fomenta la orientación espacial, la curiosidad y la perseverancia.
Ejemplo: coloca un peluche favorito al final del túnel y anímalo con tu voz a alcanzarlo. Incluso puedes gatear tú primero para mostrarle cómo hacerlo.
4. Gatea junto a tu bebé
Los bebés aprenden por imitación. Si te agachas y gateas frente a él, será mucho más divertido para ambos.
Tip: juega a las “carreras” pero siempre dejándole ganar, así refuerzas su seguridad.
Beneficio: además de la estimulación física, fortaleces el vínculo emocional y la confianza de tu bebé, motivándolo a intentarlo más veces.
Ejemplo: convierte la sala en una pista de gateo: tú gateas hacia un cojín, él te sigue, y al final lo abrazas y celebras su esfuerzo.
5. Usa cojines o almohadas bajas como obstáculos
Subir y bajar pequeños desniveles ayuda a tu bebé a ganar fuerza y equilibrio.
Cómo hacerlo: coloca cojines firmes, almohadas bajas o colchonetas en el suelo.
Tip práctico: empieza con obstáculos suaves (como una toalla enrollada) y aumenta la dificultad conforme gane confianza.
Ejemplo: pon su juguete favorito al otro lado de una almohada. Al intentar alcanzarlo, aprenderá a subir y bajar usando brazos y piernas.
Seguridad: nunca lo dejes solo; quédate cerca para sostenerlo si pierde el equilibrio.
6. Deja que practique descalzo en un espacio seguro
Los pies descalzos mejoran la estabilidad y permiten que tu bebé sienta el suelo, lo que favorece su coordinación.
Cómo hacerlo: habilita un área libre de peligros, con piso limpio, tapete de espuma o alfombra antideslizante.
Beneficios: mejora la propiocepción (sentido de la posición corporal) y la estabilidad.
Ejemplo: organiza “mini estaciones sensoriales”: coloca una manta suave, luego un tapete de yoga y después una alfombra de pelo corto. Tu bebé sentirá diferentes texturas mientras avanza.
Tip práctico: evita calcetines resbalosos; si quieres cubrir sus pies, usa calcetines antideslizantes.
7. Juegos con hermanos o papás como motivación
Nada motiva más que la interacción con la familia. Gatear hacia ti o jugar a las “persecuciones” suaves puede ser el mejor estímulo.
Cómo hacerlo: si hay hermanos mayores, invítalos a jugar al “sígueme” o a esconderse detrás de un cojín.
Ejemplo: papá se coloca al otro extremo de la sala con los brazos abiertos mientras mamá anima al bebé a avanzar hacia él.
Tip: convierte el juego en rutina diaria, aunque sean solo 5–10 minutos.
Beneficio: además de estimular el gateo, tu bebé aprende a interactuar, compartir y disfrutar de la compañía familiar.
✨ Como ves, cada actividad no requiere más que creatividad y un espacio seguro. Lo más importante no es que tu bebé gatee antes que otros, sino que disfrute el proceso, sienta apoyo y se desarrolle a su propio ritmo.
Cómo favorecer un gateo seguro
Antes de empezar, asegúrate de que el espacio sea seguro:
Retira objetos pequeños que pueda llevarse a la boca.
Cubre enchufes y esquinas filosas.
Evita andadores: la AAP desaconseja su uso porque aumentan el riesgo de caídas y retrasan el desarrollo motor (AAP).
Usa alfombras o tapetes firmes para evitar resbalones.
Lo que tu bebé gana al gatear cada día
El gateo es mucho más que movimiento. Cada avance fortalece su cuerpo, activa su cerebro y aumenta su confianza en el mundo que lo rodea. Además, fomenta la curiosidad y el juego libre, esenciales para su desarrollo integral.
Tu acompañamiento es su mejor estímulo
Más que apresurarlo a lograrlo, tu bebé necesita un ambiente seguro, paciencia y mucho ánimo. Confía en que con amor, juego y constancia, alcanzará este hito en el momento adecuado.
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