5 razones por qué tu bebé juega con la comida — y cómo sacar provecho a esta etapa

Hoy vamos a hablar de una escena que muchas veces te puede sacar un suspiro: estás tranquila con la comida lista, le das el puré o unos trocitos blanditos a tu peque, y ¡comienza el carnaval! Trozos volando, pomadas de zanahoria en la silla, ¿qué hace mi hijo jugando con la comida? Pues bien: que tu bebé juega con la comida no es un desastre sin sentido, sino una ventana increíble al aprendizaje, al desarrollo y a la formación de hábitos alimentarios saludables.

En este artículo te explico por qué sucede, qué beneficios tiene y cómo aprovechar que tu bebé juega con la comida para enseñarle de un modo divertido y consciente.

¿Por qué mi bebé juega con la comida?

El bebé juega con la comida porque está explorando

Cuando ves a tu peque aplastando el trocito de brócoli, tocando, oliendo, apartando… está haciendo juego sensorial: es decir, está usando sus sentidos —vista, tacto, olfato, gusto— para descubrir su mundo. Según la fuente de UNICEF, en los primeros 1 000 días de vida el cerebro del bebé forma conexiones alucinantes, ¡hasta 1 000 por segundo! Entonces, cada experiencia con la comida abre más senderos de aprendizaje.

Según WebMD, este “food play” o juego con comida es un tipo de juego sensorial que ayuda a los bebés y niños pequeños a aprender sobre los distintos tipos de textura, olor y sabor.

Beneficios de que tu bebé juegue con la comida

1. Desarrollo de habilidades motoras

Al aplastar, pinchar, agarrar trocitos, el bebé trabaja su coordinación mano-ojo, el agarre tipo “pinza” y la manipulación de objetos pequeños (como el trozo de comida). KinderCare+1

2. Menor tendencia a comer poco o rechazar texturas

De acuerdo con el artículo de Ovia Health, los niños que juegan con su comida tienden a ser menos “selectivos” (menos “picky eaters”) y más dispuestos a probar sabores nuevos o diferentes texturas.

3. Desarrollo cognitivo y del lenguaje

Explorar comida: tocarla, describirla, hacer preguntas (“¿qué color tiene?”, “¿huele dulce o salado?”), eso promueve vocabulario, pensamiento, identificar sabores y texturas —lo que fortalece funciones ejecutivas (atención, memoria, cambio de tareas). Ovia Health

4. Asociación positiva con la comida y la mesa

En lugar de ver la comida como obligación o batalla, tu bebé empieza a verla como exploración, descubrimiento y diversión. Esto contribuye a una mejor relación con los alimentos a largo plazo.

5. Permite que tu bebé tenga control y disfrute

Según KidsHealth, dejar que el niño decida qué comer de lo que tú ofreces, o cuánto, le permite aprender a reconocer sus propias señales de hambre y saciedad.

Datos científicos que lo respaldan

• Un estudio sistemático sobre cómo los lactantes y niños pequeños aprenden sobre la comida explica que desde el nacimiento tienen preferencia por sabores dulces y rechazo hacia los amargos, y que ese aprendizaje se puede apoyar con exposición variada y repetida. PMC

• Otra fuente recuerda que comer no es simplemente tragar: “Para ejecutar una sola deglución usamos 26 músculos y seis nervios craneales, junto con los cinco sentidos…” Motherly Lo que demuestra que comer es una actividad compleja y que jugar con la comida es una forma de ensayar muchas de esas habilidades en un entorno seguro.

  
  

Cómo transformar “mi bebé juega con la comida” en enseñanza

Estrategias prácticas para que aproveches este momento

1. Prepara el entorno para explorar

   • Usa un babero amplio, una superficie que puedas limpiar, y acepta que habrá algo de desorden.

   • Pon alimentos blanditos, fáciles de aplastar, que puedan tocarse sin riesgo (zanahoria cocida, plátano, calabacín al vapor)

     
     

2. Haz preguntas e incluye lenguaje

   • Mientras el bebé explora, dile: “¿huele esta zanahoria? Mira, se puede aplastar… ¿qué pasa cuando la presionas?”

   • Esto refuerza el desarrollo del lenguaje y la conexión entre sentido y acción.

     
     

3. Permite que manipule, no solo coma

   • No te obsesiones porque trague mucho: lo importante es la exploración sensorial. Como dice Pathways: “No es tan importante que estén comiendo, sino que tengan interacciones positivas con la comida”. Pathways

   • Establece “tiempo de exploración” antes de la comida formal para que puedan jugar sin presión.

     
     

4. Integra variedad de texturas, sabores y colores

   • Cuanto más expuesto esté a diferentes elementos, mayor será su familiaridad y menor su rechazo futuro. Little Bellies+1

     
     

5. Combínalo con comidas en familia

   • Siéntate con tu bebé, come tú también y di lo que haces (“yo pico este trozo, lo huelo…”). Modelar es súper importante.

   • Esto también mejora el vínculo y la actitud hacia la comida (según KidsHealth). KidsHealth

     
     

6. Sé paciente y acepta que habrá “juego”, no solo comida

   • Las expectativas deben ajustarse: los bebés no están para comer cantidades grandes, sino para aprender.

   • Así que conviértelo en un “tiempo de descubrimiento” más que en “hora de que coma”.

     
     

Qué evitar al permitir que tu bebé juegue con la comida

• No utilices el juego con comida como excusa para servir siempre alimentos poco saludables.

• No obligues, chantajees ni fuerces “come esto ya” — eso contradice la idea de exploración y puede generar rechazo. KidsHealth

• Asegúrate de supervisar siempre, evitar alimentos con riesgo de asfixia, y mantener un espacio seguro.

  
  

Abrazando el momento de exploración

Permitir que tu bebé juegue con la comida no es “perder el control”. Al contrario: es darle el control de su propio aprendizaje, sobre su cuerpo, sus sentidos y su relación con los alimentos. Es decirle con ternura: “Puedes tocar, investigar, descubrir”. Y tú estás al lado, sonriendo, guiando suavemente.

Un regalo para mamá, bebé y su futuro entorno alimentario

Querida mamá amiga, cuando ese pequeño trocito de comida va volando o termina cubriendo todo el babero, no lo veas como un desastre solamente. Está aprendiendo, explorando, formándose. Y tú estás ahí para acompañarlo, con paciencia, observando y disfrutando ese momento que —aunque un poco caótico— es oro puro para su desarrollo. Acepta que “mi bebé juega con la comida” es un paso importante, y conviértelo en enseñanza, vínculo y momento de alegría.

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