Cuando tu bebé muerde el pezón durante la lactancia: ¿Qué hacer y cómo evitarlo?
- MamitaAmigaMujer
- Feb 28
- 6 min read

Cuando un bebé muerde el pezón de su mamá durante la lactancia
Si tu bebé muerde el pezón durante la lactancia, este articulo es perfecto para ti. Esta situación puede ser desconcertante y, a veces, doloroso. He pasado por eso, y entiendo perfectamente la situación. Por eso investigué al respecto y hoy comparto contigo todo sobre el tema, desde las razones por las que el bebé muerde el pezón hasta recomendaciones sobre que hacer y que no hacer (igualmente importante).
En este artículo encontrarás:
Video Resumen: ¿Qué hacer cuando tu bebé muerde el pezón durante la lactancia y cómo evitarlo?
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¿Por qué los bebés muerden durante la lactancia?
Aunque este comportamiento, que tu bebé te muerda el pezón durante la lactancia, puede ser desafiante, es común en ciertas etapas del desarrollo del bebé. Las razones principales por las que un bebé podría morder durante la lactancia incluyen:
Dentición: A partir de los 3 a 4 meses, los bebés comienzan a experimentar molestias en las encías debido al crecimiento de los dientes. Según la Academia Americana de Pediatría (AAP), la dentición se presenta en el 80% de los bebés a partir de esta edad y suele producir incomodidad, lo que los lleva a morder para aliviar la presión en las encías.
Curiosidad y exploración: Los bebés son exploradores naturales. Al crecer, prueban nuevas formas de interactuar con su entorno, incluyendo las sensaciones orales. El CDC explica que la exploración bucal es una parte esencial del desarrollo infantil, ayudándolos a comprender texturas y reacciones de los adultos. Morder puede ser, en parte, una forma de entender el mundo.
Aburrimiento o distracción: La Academy of Breastfeeding Medicine indica que los bebés que ya no tienen hambre o que están distraídos pueden morder como una forma de liberar energía acumulada o como una señal de incomodidad.
Problemas de agarre: Un mal agarre puede hacer que el bebé muerda accidentalmente al intentar acomodarse en el pezón. La Liga de la Leche Internacional (LLLI) sugiere que un agarre deficiente puede ser una causa común de mordidas accidentales en el pecho, especialmente cuando el bebé busca ajustar su posición.
Ganarse la atención: Algunos bebés descubren que morder genera una reacción inmediata de mamá, y repiten este comportamiento para conseguir una respuesta. Un estudio publicado en el Journal of Clinical Lactation muestra que los bebés de 6 a 12 meses buscan la atención de sus cuidadores en un 35% de las interacciones de lactancia observadas, especialmente cuando hay distracciones en el entorno.
¿Qué hacer cuando el bebé muerde el pezón?
Sé que quieres disfrutar la lactancia sin ese temor a ser mordida, ¡y es totalmente posible! Aquí algunos consejos para ayudarte a sobrellevar esta fase:
Mantener la calma y evitar gritar: Sé que es díficil, pero aprender a respirar profundamente ayuda a mantener la calma en lugar de reaccionar cuando ocurren estos sucesos. Una reacción brusca como gritar puede asustar al bebé y hacer que asocie la lactancia con una experiencia negativa.Estudios en la International Breastfeeding Journal recomiendan que la madre evite reacciones fuertes, ya que estas pueden hacer que el bebé se sienta inseguro. En su lugar, hacer un sonido breve de desagrado, como "ay" o "no", y retirar al bebé suavemente del pecho puede ser más efectivo.
Retirar el pecho suavemente: Al morder, interrumpe la lactancia momentáneamente. La técnica de colocar un dedo en la comisura de la boca del bebé para liberar el pezón es recomendada por la Academia Americana de Pediatría (AAP). Otra opción es cubrirle suavemente la nariz para que el bebé abra la boca y libere el pezón. Estas prácticas ayudan a evitar lesiones y enseñan al bebé que morder interrumpe la alimentación.
Observar señales de hambre y distracción: Observar si el bebé ha terminado de comer o si está distraído puede ayudar a retirar el pecho antes de que tenga la oportunidad de morder. Un estudio de Maternal and Child Health Journal muestra que los bebés suelen morder menos cuando se les retira en el momento adecuado.
Ofrecer algo para morder antes de la toma: Durante la dentición, ofrecer un mordedor frío puede aliviar el dolor en las encías y reducir el impulso de morder el pecho. La American Dental Association (ADA) respalda el uso de mordedores fríos para reducir la inflamación de las encías en bebés que experimentan molestias. También puedes ofrecerle tus manos previamente lavadas para morder y observar cuándo comienza a dejar de hacerlo; en ese momento puedes darle el pecho.
Elogiar al bebé cuando no muerde: La Academy of Breastfeeding Medicine sugiere que reforzar el buen comportamiento del bebé puede ayudar a reducir la frecuencia de las mordidas. Los elogios, caricias y frases positivas son estrategias efectivas para enseñar comportamientos apropiados. Si el bebé hace una toma sin morder, dale besos y caricias acompañadas de frases afirmativas como "así, mi bebé, con cariño y delicadeza, así es como se toma leche del pecho de mamá". Esto refuerza la experiencia positiva y lo ayuda a entender que es la forma correcta.
Revisar el agarre: Un buen agarre es fundamental para evitar mordidas accidentales y molestias en la lactancia. La Liga de la Leche Internacional (LLLI) sugiere verificar que el bebé tenga la boca bien abierta y que abarque la mayor parte de la areola para asegurar una posición adecuada.
¿Qué evitar al manejar las mordidas?
Si te encuentras lidiando con esta situación, hay algunos errores comunes que es mejor evitar. Aquí te cuento cuáles son para que puedas afrontarlos de la mejor manera:

No usar refuerzos negativos fuertes: Castigar o gritar puede hacer que el bebé sienta inseguridad o miedo. Un estudio en la Journal of Clinical Lactation confirma que los bebés no muerden con la intención de lastimar, y los refuerzos negativos pueden dificultar el vínculo de confianza entre madre y bebé.
No retirarse bruscamente: Retirarse bruscamente puede lastimar el pezón y causar confusión o miedo en el bebé. La World Health Organization (WHO) recomienda que las madres usen técnicas de retiro suaves para evitar lesiones en el pezón y promover un ambiente seguro durante la lactancia.
No asumir que se trata de una fase permanente: La mayoría de los bebés dejan de morder con el tiempo, y este comportamiento suele desaparecer a medida que el bebé madura y entiende el proceso de lactancia. La AAP menciona que, con las estrategias adecuadas, el hábito de morder tiende a reducirse de manera natural.
¿Qué hacer si ya me mordió?
Si ya has experimentado alguna mordida, sé que puede ser incómodo y hasta doloroso. Pero no te preocupes, aquí tienes algunos pasos para aliviar el dolor y prevenir que vuelva a suceder:
Calmarse y aliviar el dolor: Si el bebé te ha mordido, aplicar una compresa fría puede ayudar a reducir la inflamación. El uso de una crema segura para pezones también es útil en caso de heridas, como lo recomienda la Academy of Breastfeeding Medicine.
Esperar un momento antes de volver a ofrecer el pecho: Según un estudio en Journal of Maternal and Child Health, darle un breve descanso al bebé después de una mordida puede ayudarlo a asociar que morder interrumpe la alimentación.
Observar el momento adecuado para ofrecer el pecho otra vez: Al notar señales de hambre, como succionar las manos, hacer movimientos de búsqueda o acurrucarse, podemos reanudar la lactancia en un momento óptimo. Estudios sugieren que este tipo de observación ayuda a reducir los incidentes de mordida.
Ofrecer el pecho con precaución y prestar atención: Al retomar la lactancia, observa de cerca los signos de distracción en el bebé. Retirar el pecho si parece inquieto o distraído puede ayudar a evitar mordidas adicionales.
El poder de tu paciencia y amor es clave
Si bien morder durante la lactancia es un comportamiento común, es temporal y puede manejarse con paciencia y amor. A medida que el bebé crece y mejora su coordinación y entendimiento, las mordidas irán desapareciendo. Mantener una actitud tranquila, observar señales de distracción y ofrecer opciones de alivio para la dentición son formas efectivas de reducir este comportamiento, apoyando una experiencia de lactancia más cómoda y positiva para ambos.
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